Tarta helada Comtessa | sin lactosa
Hoy toca publicación para el reto #Asaltablogs y la asaltada de este mes es Rosa, alicantina y administradora del blog Recetitas con Ro. Rosa y yo coincidimos en varios retos y estoy bastante al tanto de sus recetas, por lo que os aconsejo la que visitéis porque os va a gustar.
Para el reto tenía que robarle una receta y ha sido la tarta helada Comtessa que yo he preparado sin lactosa y a la que le tenía muchísimas ganas. Es una tarta riquísima que me ha gustado siempre y me trae grandes recuerdos ¿Y a quién no? Cuando éramos pequeños, no había boda o celebración en que no estuviera en el menú.
Había visto la receta de la tarta helada Comtessa en la red, pero la de Rosa me ha gustado especialmente porque a la nata le añade un merengue, para que el helado no cristalice en el congelador y queda con una textura fantástica, igual o más rica que la comprada.
Aquí debajo tenéis el vídeo con el paso a paso de la tarta Comtessa sin lactosa para que os quede perfecta, seguid mis indicaciones que no es difícil y os invito también a visitar mi canal de Youtube donde encontraréis otros vídeos que os pueden gustar.
Ingredientes
200 g de chocolate negro para postres
150 g de azúcar
400 g de nata de montar sin lactosa (35% materia grasa)
5 claras de huevo
1 cucharada sopera de queso crema sin lactosa
1 cucharadita de vainilla en pasta
Cómo se hace
- Lo primero que haremos será derretir el chocolate negro y dibujar con un pincel en papel de hornear, unos rectángulos de la dimensión de un molde rectangular. En total dibujaremos 10 rectángulos que recortaremos y guardaremos en el congelador. Es importante que la capa de chocolate sea bien finita.
- Montamos las claras y les añadimos la mitad del azúcar. Por otra parte, montamos la nata bien fría y añadimos la otra mitad del azúcar. Echamos también una cucharadita de vainilla.
- Juntamos las dos mezclas con movimientos envolventes y reservamos.
- Forramos el molde con film y vamos echando una capa de crema, una lámina de chocolate, otra de crema, así hasta el final. Terminaremos con una capa de crema, tapamos con film y dejamos en el congelador de un día para otro.
- Al día siguiente desmoldamos, con ayuda del film con el que habíamos forrado el molde. Decoramos con el chocolate que nos había sobrado el día anterior y habremos derretido de nuevo. Lo ponemos en un biberón o manga pasteleta con boquilla muy finita y dibujamos hilitos por encima. Yo la decoré además con dos láminas de chocolate que me sobraron.
- Volvemos a guardar en el congelador, bien tapada con film.
Hasta la próxima semana, besazos.
Rosa.
Madre mía!! Creo que era el postre estrella de mi infancia!! Cada vez que comíamos fuera era lo que había en los restaurantes jajaja. Me encanta!! Me la apuntó para hacerla en breve, se ve muy fácil y resultona. Besos!!!
ResponderEliminarTe ha quedado de lujo ....... que rica ¡¡¡
ResponderEliminarbesitos¡¡
Un postre delicioso, que interesante ver la combinación con merengue para que quede más cremoso, te quedó maravillosa esta tarta, sin duda la preferiría realizar en casa tal cual la tuya Rosa, un beso y delicioso asalto
ResponderEliminarQue maravilla Rosa, te ha quedado perfecta!! Era el típico postre que hace años solíamos pedir cuando salíamos a comer la familia....y que rica es!!
ResponderEliminarBuen asalto!!
Un bst.
Deliciosa y para todos. Te ha quedado divina ¡Besos!
ResponderEliminaruau, te ha quedado espectacular, y seguro que más rica que las que comíamos de peques!
ResponderEliminarun besito
Te ha quedado genial Rosa, cuando la preparé la primera vez nunca pensé que el resultado fuera tan espectacular, el crujiente del chocolate y la cremosidad de la nata, como tu dices está incluso mejor que la original, a mi también me trae un montón de recuerdos. Es un postre estupendo para estos días calurosos que ya han llegado. Gracias Rosa por pasarte por mi cocina. Besitos itos!
ResponderEliminarDesde que era pequeñita recuerdo relamer el plato cada vez que había Comtessa en casa, algo poco habitual porque eran otros tiempos cuando las tartas heladas solo le comprarba para momentos especiales. Y desde esa temprana edad, siempre "he muerto un poco" por comerme y disfrutar de un buen trozo de esata tarta. Y la tuya es espectaculamente igual a la auténtica. Un gran asalto. Besotes!
ResponderEliminar