Hoy os traigo el postre que hice para Nochebuena, una mousse de limón sin lactosa. Nos gustó tanto, que repetimos de nuevo en Nochevieja. Esta mousse circula hace tiempo por la red, yo he modificado las proporciones para adaptarla a nuestro gusto.

Después de una cena copiosa no apetecen postre pesados y esta mousse de limón sin lactosa está tan rica y tiene un sabor tan suave a limón que entra de maravilla y gusta a todo el mundo, hasta mi hijo pequeño que es poco dulcero la disfrutó un montón.

En estos momentos la mayoría estamos haciendo un poco de dieta o intentando cuidarnos, pero puede surgir un cumpleaños, un aniversario o cualquier cosa que celebrar y esta mousse de limón sin lactosa es el postre perfecto para esas ocasiones.

Si os gustan los postres individuales, podéis encontrar muchos más en el buscador de arriba del blog, como el trifle de fresas, la mousse de mandarinas, los vasitos de kiwi con crema de queso o los vasitos de yogur con gelatina de té matcha sin azúcar.

200 ml de nata sin lactosa

150 ml de leche condensada sin lactosa

50 ml de zumo de limón

ralladura de 1 limón

- Montamos la nata con unas varillas o un robot de cocina, teniendo la precaución de meterla junto con el bol que vamos a utilizar, en el congelador un rato antes para que monte más fácilmente.

- Rallamos el limón y exprimimos su zumo.

- Batimos la leche condensada con el zumo de limón, veremos como adquiere una consistencia cremosa.

- Agregamos la nata montada poco a poco, mientras batimos con unas varillas manuales, de abajo a arriba, con cuidado.

- Rellenamos las copas y espolvoreamos con la ralladura.

- Dejamos en la nevera durante 3 ó 4 horas para que coja consistencia.